Problemas de sueño

La función del sueño en los perros es similar a la de los humanos y, al igual que nosotros, ellos están expuestos a trastornos que, de no ser debidamente tratados, pueden afectar profundamente su salud y comportamiento. Con la información y los recursos adecuados, los padecimientos relacionados con el sueño canino pueden mitigarse o incluso erradicarse.

¿Qué es el sueño?

El sueño es un estado fisiológico propio de todas las especies que resulta esencial para preservar el balance emocional y el buen funcionamiento del organismo. Es gracias a este periodo casi total de “desconexión” con la realidad que el cerebro logra organizar los estímulos recientemente acumulados, para liberarse de información no prioritaria, manteniéndose así listo y dispuesto para hacer frente con éxito a los desafíos de cada nuevo día.

Los requerimientos de sueño en los perros varían en función de su raza, temperamento y edad; los cachorros, por ejemplo, necesitan de hasta 20 horas de sueño al día para reponer la energía gastada durante el juego. En contraste, un perro adulto requiere, en promedio, entre 12 y 14 horas de descanso, repartidas entre jornadas extendidas y una serie de breves, pero frecuentes siestas.

Principales trastornos del sueño en perros

Si bien las alteraciones del sueño constituyen un padecimiento canino relativamente común, es importante tener en cuenta que pueden presentarse a partir de problemas gastrointestinales, cardiovasculares o incluso hormonales. Sus manifestaciones más comunes -al igual que ocurre con los humanos- son la apnea del sueño, insomnio, narcolepsia y catalepsia.

La apnea del sueño es un padecimiento neurológico común en canes de razas de cara “chata”, como Bulldogs y Pugs, ya que sus características anatómicas propician la obstrucción parcial de las vías respiratorias, ocasionando con ello los característicos ronquidos. Más allá de una simple molestia sonora, un cuadro recurrente de apnea del sueño indebidamente atendido puede mermar la calidad de vida del can y constituir un riesgo serio para su salud.

El insomnio, es decir, privación de sueño o dificultad para conciliarlo, puede relacionarse con un cuadro de ansiedad y estrés o estar vinculado a un desorden de tipo gastrointestinal. Al igual que cualquier otro desorden relacionado con el sueño, el insomnio crónico puede mermar seriamente el estado de ánimo y el bienestar fisiológico del perro.

La narcolepsia se manifiesta a través de episodios de pérdida momentánea del control muscular durante el periodo de vigilia (cataplexia) y somnolencia excesiva e incontrolable durante el día. Su incidencia crónica puede conducir a una inhabilitación física parcial, derivada del agotamiento extremo. El modelo animal de esta enfermedad, si bien se ha estudiado científicamente desde la década de los 70, sigue presentando interrogantes. La literatura disponible parece coincidir en una deficiencia de la hormona conocida como orexina, esencial para el buen funcionamiento del ciclo de sueño.

La catalepsia constituye un padecimiento poco frecuente que, en su nivel más extremo, se caracteriza por una ausencia aparente y casi total de signos vitales. Los perros pueden experimentar episodios variables de catalepsia para, acto seguido, recuperarse en un instante y continuar como si nada hubiera ocurrido.

Vías de tratamiento para desórdenes de sueño en perros

Las opciones convencionales para tratar desórdenes de sueño en perros van desde ajustes en la dieta, rutinas de ejercicio, uso de humidificadores, fármacos diversos hasta intervenciones quirúrgicas. Ante procesos invasivos y riesgosos o de mínima eficacia, las nuevas alternativas basadas en componentes de la planta de la cannabis permiten implementar soluciones más holísticas y naturales para contrarrestar los desórdenes de sueño en tu perro.

El estado actual de la investigación científica demuestra que el uso de productos elaborados con derivados de la planta de la cannabis contribuye a la restauración de los hábitos de sueño en canes. Entre sus principales ventajas destaca su nulo poder psicoactivo, ya que contiene una cantidad marginal (de menos del .3%) de THC (componente del Cannabis que altera la percepción y el estado de ánimo); demasiado escasa como para presentar algún efecto tóxico en aplicaciones veterinarias.

En contraste, las formulaciones de aceites, comprimidos y bebidas con planta de la cannabis específicamente diseñadas para perros contienen un alto contenido de CBD, o cannabidiol, componente inocuo al cual se atribuye, además de efectos vinculados a la restauración del sueño, una vasta gama de beneficios adicionales.

La evidencia creciente de su impacto en el bienestar y la calidad de vida del perro, aunadas a la certeza de un producto natural, 100% seguro, convierten a la planta de la cannabis en un nuevo y poderoso aliado para quienes sabemos que nuestros perros representan mucho más que una simple compañía y que, al igual que nosotros, merecen el mejor de los sueños.