Vómito y náuseas
La náusea y el vómito constituyen reacciones fisiológicas comunes en perros y frecuentemente se asocian con factores alimenticios, alérgicos y de comportamiento. Más allá de episodios aislados, derivados de un simple mareo o de la ingesta de algún alimento en estado de descomposición, un cuadro reiterado de náusea y vómito podría representar un motivo de alarma y requerir de plan de acción que incluya atención veterinaria y suministro de productos naturales que disminuyan las molestias y contribuyan al pronto restablecimiento del perro.
Para comprender la náusea y el vómito en perros
Los humanos nos referimos a la náusea con frases como "incomodidad en el estómago" o "ganas de vomitar". No constituye un padecimiento en sí misma, sino una reacción del organismo ante algún tipo de elemento ingerido que genera rechazo o, en casos más graves, como parte del cuadro sintomático que acompaña a una enfermedad. Cuando no existe presencia de vómito, la náusea en perros puede resultar difícil de identificar aunque, de manera general, suele anunciarse a través de síntomas como salivación excesiva y arcadas.
Las molestas náuseas pueden presentarse como consecuencia directa de movimientos bruscos no acostumbrados, como trayectos prolongados en auto o en avión. Sin embargo, en ocasiones existen condiciones más complejas que pueden desencadenar episodios similares:
- Procesos postoperatorios en los que se haya utilizado anestesia.
- Uso de analgésicos opioides.
- Procesos infecciosos.
- Alergias relacionadas con alimentos.
- Inflamación.
- Diarrea.
- Presencia de parásitos en el tracto intestinal.
El vómito es la reacción fisiológica en la que el perro expele el contenido del estómago por la boca. Puede presentarse como consecuencia de náuseas y mareo, como rechazo orgánico a alimentos en estado de descomposición, medicamentos o indigestión. Es importante distinguirlo de la regurgitación, proceso en el que el producto expelido es de apariencia semi sólida (mínimamente digerido) y conserva la forma cilíndrica del esófago, mientras que en el vómito el can se ve forzado a regresar del estómago alimentos ya digeridos.
Ante episodios de náusea y vómito que se prolonguen por más de 24 horas, será imperativo programar al can para una inspección veterinaria.
Tratamiento veterinario, alternativas naturales y medidas preventivas
La realización de estudios de laboratorio de tipo convencional como examen sanguíneo, orina y heces fecales, permitirá al veterinario descartar condiciones más complejas y prescribir medicamentos antieméticos de acción central o periférica, según amerite el caso. La mayoría de los medicamentos generalmente indicados para combatir la náusea y el vómito en humanos están disponibles en formulaciones adaptadas para uso en perros.
Existen complementos naturales, como las infusiones a base de menta o jengibre, que pueden brindar confort y contribuir al restablecimiento de la salud estomacal; de igual manera, la planta de la cannabis, suministrada en formulaciones y productos especialmente diseñados para uso veterinario, contribuirá a la buena digestión y la óptima función gastrointestinal, sin ocasionar a tu perro efectos psicoactivos indeseables. Las formulaciones de aceites, bálsamos, comprimidos y bebidas que incluyen derivados de la planta de la cannabis contienen el componente denominado CBD, o cannabidiol, al cual se le atribuyen múltiples beneficios veterinarios.
En términos fisiológicos, el componente CBD actúa de manera directa en el sistema endocannabinoide (SEC), compuesto por un grupo de receptores ubicados en los sistemas nerviosos central y periférico del cerebro e integrado por órganos como hipotálamo, amígdala, hipocampo, cerebelo y tronco cerebral; éste último encargado -precisamente- de controlar el reflejo de vómito, tanto en humanos como en perros.
A pesar de que la incidencia ocasional de náusea y vómito caninos es relativamente común y, por ello, no necesariamente representa un motivo inmediato de alarma, es importante controlar las condiciones nutricias y medioambientales que potencialmente pudieran desencadenarla.
Acciones preventivas como racionar la toma de alimentos antes de viajes o episodios de actividad intensa, evitar por completo el consumo de comidas ácidas, grasosas, dulces, picantes, o alimentos sumamente procesados, contribuirán a evitar malestar e incomodidad en tu perro.
Ante la diversidad de factores que podrían detonar náuseas y vómito en perros es importante, al manifestarse las primeras señales, observar con atención para, en caso de no presentar mejoría después de las primeras 24 horas, acudir al veterinario, quien realizará análisis para precisar el diagnóstico y recomendará el suministro de medicamentos que contribuyan a restaurar su estado de salud.
La náusea es un malestar difícil de detectar y, ante la imposibilidad de tu perro para comunicarlo de manera oportuna, resulta fundamental aprender a identificar los indicios y prestar atención a su comportamiento. Una combinación de medidas preventivas, complementos naturales e inspecciones veterinarias regulares contribuirá a mantener en niveles óptimos el estado de salud de tu perro; manteniéndolo siempre listo para acompañarte en todas y cada una de tus aventuras.